Yo nací mujer y muy femenina, pero según veía como estaban las cosas a mi alrededor, se me metió en mi cabecita la idea de que ser chica no resultaba un buen negocio...y esa idea persistió en mí durante años, peleándose con mi apabullante feminidad, y como también soy todo un carácter, así estuve a la greña durante años.
Estudie Arquitectura y me he dedicado a construir edificios, a decorar casas y a diseñar muebles durante años, algo que me encanta y que disfruto.
Pero esa peleilla interior no me hacia muy feliz, porque no me dejaba ser yo de verdad, a mi manera. Ese dolor que me hacia sufrir y no entenderme, a las cosas hay que llamarlas por su nombre, me incitó a buscar respuestas, y buscando buscando, me hice mis tres años de Terapia Gestalt Integrativa, además de estudiar otras "cosillas" como Astrología, Tarot, Kabala, Simbología, Feng-Shui y algo de Geobiología... y así poquito a poco fui descubriéndome y encontrando respuestas.
Mi último reto ha sido prepararme para ser Coach Personal, y el coaching se me ha mostrado como mi lugar soñado durante años.
No me arrepiento de nada de lo vivido, porque ahora sé, que toda mi vida ha sido un caminar pasito a pasito para estar aquí, donde estoy ahora.
Mi verdad es que me siento muchos "yoes" que parecen irreconciliables, pero que no lo son:
- El yo profundo e introspectivo que me ha ido guiando para crecer con valentía, para conocerme y aceptarme, y que me ha ayudado a superar mi dolor, mi inseguridad y mis miedos.
- El yo heredado de mi pasado, del que he decidido hacerme responsable y no culpable o víctima, y que ya no boicotea mi vida.
- Mi yo gris pardo...que cuando aparece me chincha y me entristece y no me deja ver bien la vida.
- Mi yo con mi marido que me quiere mucho y al que adoro, y con el que además de pelearme de vez en cuando, me gusta ir a la compra, a la playita, de cenitas, con amigos...y que soporta con amor, paciencia e interés mi expresión variopinta y mi conversación desbordante.
- Mi yo con mi familia a la que quiero y acepto cada vez más, aunque no siempre nos hayamos entendido.
- El yo compartiendo con amigas, hablando, riéndonos, apoyándonos, dándonos cariño.
- Mi yo coqueto, al que le encanta el estilo, pero que va cambiando con los años, perdiendo importancia.
- El yo que me guía, mi yo trascendente y espiritual, que me conecta con La Alegría y que como nos dice el poeta José Hierro:
"Aquel que ha sentido una vez en sus manos temblar la Alegría
no podrá morir nunca.
Morirán los que nunca jamás sorprendieron
aquel vago pasar de la loca Alegría.
Pero yo que he tenido su tibia hermosura en mis manos
no podre morir nunca."
(En las fotos estamos mi marido Fernando, mi sobrina Julia, nuestra perra Bolita... y mis sobrinos Julia, Sete y Lucia)
